¿Quién es?
Y el objeto pregunta: ¿Quién soy?
Y el objeto responde: ¿Quién tengo que ser?
Un objeto no puede sustituir a otro, aunque puede temporalmente reemplazarlo.
Madera, tornillos, barniz; tendría que llamarlo “piso”. Pero lo llamo “madera, tornillos, barniz”. Tendría que llamarlo “piso”. Pero lo llamo “árbol, hierro, resinas vegetales”.
Son simples objetos, son tan simples que ni siquiera los preocupa su propio rol de objetos en pertenencia, su ser no es la afirmación de lo que son.
Una piedra se convierte en silla, una silla en un martillo, un martillo en un zapato, un zapato en una tijera…Estoy viendo las cosas más claramente. Aspiro a corregir una salida a esta desigualdad de los objetos. Estos están allí para ser elegidos, están allí para concederme el punto justo de realidad. Eso sí lo entiendo, pero no me hagas preguntas directas. Mira el mundo, mira esa hoja esta brillando por la lluvia. Afuera hace frío, quién pudiera pertenecer a diferentes mundos sin tener que dar cuenta a cada uno de ellos por separado…y responder a todas las preguntas.
